A pesar de que en las civilizaciones antiguas se idolatraba, el Sol es solamente una estrella común, una enana amarilla. Tres cuartas partes de su materia es hidrógeno que se transforma en helio mediante fusión nuclear interna y al mismo tiempo libera una gran energía en forma de fotones.
Debido a que el Sol es de plasma, las zonas que se encuentran en diferentes latitudes tienen diferentes velocidades de rotación: las partes ecuatoriales completan un giro cada 25 días, mientras que los polos lo hacen cada 32 días. Su atmósfera está dividida en estratos: la fotosfera, la cromosfera y la corona solar, que se fusionan gradualmente con el espacio interplanetario.
El Sol emite una gran energía, principalmente en forma de radiación ultravioleta, visible e infrarroja, pero también emite en menor cantidad otro tipo de radiación: desde rayos gamma y rayos X, hasta ondas de radio.
Las características del Sol
Diámetro: 1 392 000 km
(109 veces mayor que el de la Tierra)
Masa: 1,989 · 1030 kg
(333 000 veces mayor que la de la Tierra)
Temperatura: superficie: 5780 K; núcleo:
13,6 millones de K; corona: 5 millones de K
Composición: El 73,46% de su masa está
formado por hidrógeno, el 24,85% de helio,
el 0,77% de oxígeno, el 0,29% de carbón y el 0,63% de otros elementos químicos (hierro, neón, nitrógeno, silicio, etc.).
El núcleo
Ocupa la cuarta parte del radio solar.
Es la parte más densa y más caliente del Sol. Aquí tiene lugar la producción de energía mediante fusión termonuclear. La radiación producida atraviesa las capas encima del núcleo, alcanza la fotosfera y se irradia al espacio.
Los gránulos
La superficie del Sol tiene una textura granulosa característica. Los gránulos,
de aproximadamente 500 km de diámetro, son manchas causadas por las corrientes convectivas que llegan a la superficie.
Sus orillas oscuras se deben al plasma frío descendente.
La corona solar
Es la parte rarificada más externa pero muy caliente de la atmósfera solar. Se puede observar a simple vista también durante los eclipses solares totales.
La zona convectiva
En la zona cercana a la superficie del Sol, en la capa exterior que ocupa un 25% o 30% del radio solar, se produce una convección a gran escala, por eso se le llama zona de convección. El calor llega a la fotosfera a través del flujo de materia desde donde se irradia hacia el espacio.
La zona de radiación
Es la capa que rodea el núcleo. Su materia es suficientemente densa y caliente para que la energía producida atraviese el núcleo en forma de radiación. Su temperatura disminuye gradualmente hacia fuera de 7 millones de K
a 2 millones de K.
La estructura de la atmósfera solar
La fotosfera, formada por gránulos, es la parte del Sol que se ve desde la Tierra. De aquí proviene el 90% de la radiación solar. Su temperatura media es de 5800 K, pero hay zonas más frías (manchas solares) y más calientes (fáculas).
La cromosfera es la siguiente capa de la atmósfera. Está com-
puesta por gases rarificados y tiene un grosor de aproximada-
mente 5000 km. La temperatura en su parte inferior es de 6000 K,
mientras que en su parte superior es de 20 000 K.
La corona es la capa rarificada más externa con algunos puntos
muy calientes. Emite rayos X muy potentes. Cuando las nubes de plasma se salen de la atmósfera del Sol a una gran velocidad, se producen erupciones solares que pueden provocar daños graves
en nuestra Tierra si la alcanzan. Por ejemplo, pueden causar tormentas geomagnéticas y pueden intensificar la aurora polar.
Las manchas solares
Son zonas oscuras en la fotosfera cuya temperatura es de unos 1000-2000 K menos que la de su entorno (que suele ser de unos 4000 K). Por lo general,
se organizan en grupos y cada 11 años hay un aumento en su número.
La erupción solar
Los cambios en el campo magnético del Sol, de vez en cuando, causan erupciones solares. Estas enormes explosiones de materia afectan en la Tierra tanto a los seres vivos como los sistemas de comunicación.
El Sol brillante
fotosfera
cromosfera
corona solar
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