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Las viviendas humanas desde la Prehistoria a la Edad Moderna
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Las viviendas humanas desde la Prehistoria a la Edad Moderna
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Las misteriosas estructuras prehistóricas de piedra
La Edad de Piedra Nueva o el Neolítico se caracterizaba por la aparición de asentamientos permanentes, lo cual fue el resultado del desarrollo de la agricultura y la ganadería. En los pueblos, la gente vivía en viviendas perma-
nentes. Los primeros asentamientos fueron establecidos en la vecindad de lugares donde había agua potable, bosques que ofrecían madera para construir casas y producir herramientas, campos para el pastoreo y tierras para cultivar. Se construían establos y corrales cerca de las casas de los habitantes. En todo el continente europeo se pueden encontrar
dólmenes que eran las construcciones típicas de piedra de
la época. Probablemente, los primeros dólmenes aparecieron
hace 12 000 años. Los dólmenes especiales en los Países Bajos
se conocen como los Hunnebedden.
Los habitantes locales, quienes descubrieron las peculiares construcciones de piedra en los Países Bajos, las nombraron “hunnebedden”. Es una palabra compuesta holandesa que literalmente significa “camas de gigantes”.
El enterramiento
La gente del Neolítico enterraba a sus muertos en tumbas situadas en las afueras de los pueblos. El alma de las personas fallecidas podía descansar en paz entre las columnas y el tejado plano de los dólmenes, que prácticamente servían como tumbas. Las excavaciones arqueológicas desvelaron armas, herramientas, recipientes y joyas al lado de las personas enterradas.
La entrada
El túmulo
El círculo de piedras
Las primeras casas se construían con madera o ramas, enlucidas con barro. El tejado era de doble vertiente o plano, dependiendo, hasta cierta medida, del clima de la zona. Las camas se hacían de paja y se cubrían con pieles de animales. Las camas eran los únicos muebles de las casas y el hogar
también se encontraba dentro de las viviendas.
hogar
utensilios
horno
La vestimenta de la gente del Neolítico era mucho más variada que la de sus antecesores. Gracias al desarrollo de la agricultura, las materias primas necesarias para hilar y tejer, como por ejemplo la lana, el algodón,
el lino y el cáñamo estaban disponibles para la gente. La nueva ropa de textil era más cómoda y duradera.